domingo, 10 de noviembre de 2013

L´AINSA- LA PUERTA DEL PIRINEO

Aunque ya había pasado por AINSA un buen puñado de veces (¿diez, quizás?), nunca antes había sido más que para comprar algún mapa, o material olvidado...;  un regalo, a la vuelta, para mi mujer o mis hijas, o un rápido desayuno antes de acometer el largo camino de regreso cruzando Aragón de cabo a rabo, para salir por el Rincón de Ademuz, 400km más allá, hacia los desolados altiplanos de Cuenca, donde inviernos crudísimos arrasan cualquier vestigio de civilización amable y colorida. 
              Esta vez, sin embargo, en un cómodo viaje posibilitado por la autovía que surca Teruel, Zaragoza y Huesca como si de un espinazo se tratase, y el buen tiempo (es 12 de Octubre) nos plantamos a media tarde en L´AINSA... No sin antes alucinar con gratitud de náufragos ante los perfiles que aparecen como islas de promisión sobre los horizontes arrasados de GUARA y el Somontano de BARBASTRO, donde, por el dédalo de curvas y cuestas, junto al Embalse de El Grado y el enigmático ingenio de Torre Ciudad, lugar de peregrinación cristiana y de recogimiento a la vista de la bravura de la Naturaleza, recordándonos que el desierto de España sabe recompensar al viajero. [Descubrimos con incredulidad una autovía que emerge como por ensalmo del rugoso yermo de la campiña: la A-22, Huesca-Lérida. Impresionante! Y muy agradecida ruta, también. 50KM que se despachan en unos minutos sin el tráfago peligroso de camiones que recuerdo de anteriores citas).

De manera que... nos detenemos y, en mitad de una atmósfera cálida y esplendente, subimos la escalinata que, entre sombras de alisos, nos saca al pórtico de la Plaza Mayor: ingeniería medieval de piedra a modo de fortaleza. Allí, sobre la cinta de la muralla, escuchando a un músico cantar a los inviernos y el desamor, miramos hacia MONTE PERDIDO y la PEÑA MONTAÑESA; hacia las TUCAS y la PALA DE MONTINIER, hacia OTAL y TENDEÑERA...








4 comentarios:

  1. Hola, Juan. Lo primero felicitarte por el blog, yo también soy senderista y un enamorado del Pirineo, y me gusta mucho lo que escribes y especialmente las fotografías.
    También trabajo en Torreciudad, y me ha entristecido leer tus comentarios. Aquí viene gente "de todos los pelajes", no sólo del Opus Dei. Y desde luego no a darse latigazos. Es un lugar para que los peregrinos puedan mostrar su cariño a la Virgen María, porque es un santuario mariano como El Pilar o Lourdes.
    Si te apetece, para que puedas juzgar por ti mismo eso de "ominoso", cuando quieras te hago aquí una visita guiada y así podrás ver las cosas y las personas directamente. Soy José Alfonso Arregui y recibo el correo info@torreciudad.org
    Y sigue publicando, como decía hace poco un creativo publicitario, "la provincia de Huesca es el Canadá de Europa".

    Un cordial saludo,

    José Alfonso Arregui

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    1. Estimado J. Alfonso: he introducido algunos cambios en el texto. Te invito a que lo vuelvas a leer y, como digo abajo, te pido perdón. Un sincero abrazo.

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  2. Estimado José Alfonso: con el corazón en la mano te pido perdón. Voy a quitar ahora mismo ese comentario irrespetuoso (ciertamente sin objeto) que fue hecho a vuela pluma sin intención verdadera de ofender. Íbamos conduciendo un grupo de amigos y a alguien se le escapó, literalmente, lo que he puesto aquí. Repito: a ti y a todas las personas de buena fe y católicas (donde, a veces, con la fe trastocada por los acontecimientos actuales, me incluyo)... os pido perdón. Y sobre todas las cosas, agradezco miucho que sigas mi blog y comentes las fotos. Torreciudad, como digo, llevo años contemplándola allá sobre la presa del Embalse de El Grado, que remansa las aguas que nacen en Monte Perdido. Los Pirineos, para decirte la verdad, es el único lugar de este mundo donde he podido sentir la presencia de Dios. Un abrazo.

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    1. ¡Eres un tío legal! Rectificar es de sabios, dice el refrán... y yo añadiría que de gente noble. Y eso me admira, tu nobleza. Me encantaría conocernos en persona, así que reitero mi invitación, ¡a lo mejor tu fe se fortalece un poco! Y que sepas que aunque yo siento la presencia de Dios también en otros lugares (y a través de la gente buena), los Pirineos ofrecen una experiencia verdaderamente contemplativa que tú has sabido captar.
      Ánimo con tus blogs, un abrazo.
      José Alfonso.

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